¿En qué parte del Edicto de Milán dice que Constantino fundó una iglesia?
Mi "Querido" Abraxas, no estás un "poquito errado" estás totalmente errado, de entrada lo de los leones no fue cuando Constantino sino cuando Nerón, de salida, para cuando el cristianismo llegó a Roma YA HABIA SIDO APROBADO EL N.T. o sea ya existía la Iglesia Católica,
Efectivamente Nerón les pidió que visieran como los cónsules romanos y les dió el derecho de juzgan no sólo los asuntos religiosos sino también l0os civiles, obvio su madre Elena tuvo mucha influencia en él, sin embargo Constantino se mantenía pagano.
Lo que Constantino otorgó fue la libertad de culto, o sea que cada quien creyera lo que quisiera, fue más tarde cuando el Emperador Teodosio El Grande que él sí, decretó el cristianismo como religión única en todo el imperio, comprendes ?
4 respuestas
- SebastopolianoLv 6hace 6 añosRespuesta preferida
No entiendo a los que dicen eso.Con mas motivo deberían hablar de Teodosio, que fue quien declaró el cristianismo como religión oficial del Imperio con el Edicto De Tesalonica, algo mucho mas decisivo para el cristianismo,a mi entender.Y sin embargo de Teodosio nadie habla.
Saludos
- ♛ AbraxasLv 7hace 6 años
Querida Roweena. En el año 313 de la Era Cristiana, el Emperador Constantino ya había sido sobrepasado, ésto lo obligó a promulgar su famoso "Decreto de Tolerancia" lo que logró que algunos cristianos salieran a la luz pública. (Me refiero a una época en la cual no existían sacerdotes ó líderes cristianos, de hecho la cristiandad se vivía casi en secreto ya que era perseguida y para el Estado Romano la creciente cantidad de personas que aceptaban las enseñanzas de Jesús les producía miedo pués podían perder el control de sus subditos. Por ello el estado romano reunía a grupos de cristianos y los dejaban ser devorados vivos por leones hambrientos en presencia del público de modo de entretener a su pueblo y así mismo de provocar temor y con ello que el cristianismo se dispersara. Posterior a esto, Constantino cambió sus túnicas de César, por una vestimenta religiosa e intentó unificar a los romanos y a los cristianos. Para ello se declaró el primer papa y cambió el nombre a todas las deidades (idolos), remplazandola con nombres "cristianos". Aquí nace la Iglesia Catolica "Apostólica" Romana y su galopante idolatría, cual paganizante Iglesia.
Te ruego sobremanera querida Roweena Morgo Fuentes que no me des MR, tampoco me mandes al infierno católico, pues como humano puedo estar un poquito errado, pero para ti sera todo. Bendiciones y amen.
- Anónimohace 4 años
La ciudad de Milán es uno de los máximos referentes de la moda europea e italiana y si quieres conocer esta ciudad de contrastes entonces aquí encontrarás el sitio https://tr.im/1T1hJ para principiar. Zonas de aire romántico como Navigli, con sus mágicos canales; zonas muy vanguardistas como la de Corso Como; barrios deportivos como San Siro y plazas que evocan al Milán medieval, como la Piazza dei Mercanti es lo que Milán ofrece al turista. Descubre como es vivir una holganza con todas las ventajas de una gran ciudad unidas a la comodidad que proporciona un pequeño tamaño porque esto es Milán.
- RoweenaLv 6hace 6 años
AQUI LES DEJO EL CONTENIDO DEL EDICTO DE MILÁN SI HUBIERA SIDO ASÍ LO MENCIONARÍA Y NO DICE NADA!
Contenido del edicto de Milan, en ninguna parte establece que funde el cristianismo, todo lo contrario.
El Edicto de Milán
Proclamado por los emperadores Constantino emperador el oeste y
Licinio emperador del este.
"Cuando yo, Constantino Augusto y yo, Licinio Augusto, afortunadamente
nos reunimos cerca de Mediolanum (hoy Milán en Italia), y estuvimos
considerando todo lo pertinente al bienestar y la seguridad pública,
pensamos, entre otras cosas que estimamos serían para el bienestar de
muchos. Las regulaciones pertinentes a la reverencia a la divinidad deben
ciertamente hacerse primero. Por lo que debemos conceder a los
cristianos y a los demás, total autoridad para observar la religión que cada
uno prefiera. Para que cualquier divinidad que sea que se siente en los
cielos sea propicia y benévola con nosotros y con todos los que están bajo
nuestro reino. Y así, por medio de este sano consejo y honesta provisión
pensamos hacer los arreglos para que nadie sea de manera alguna
negado de la oportunidad de dar su corazón a la observancia de la religión
cristiana, a la religión que él piense que es la mejor para sí mismo, para
que la suprema deidad, a quien libremente adoramos e inclinamos nuestro
corazón, muestre en todas las cosas su usual favor y benevolencia. Por
tanto, deben saber que nos ha placido remover todas las condiciones
impuestas anteriormente respecto a los cristianos y ahora, cualquiera que
desee observar la religión cristiana puede hacerlo libre y abiertamente sin
ser molestado. Pensamos conveniente encomendar completamente a
ustedes para que sepan que le hemos dado a los cristianos irrestricta
libertad para ejercer su adoración religiosa. Cuando ven que esto ha sido
concedido a ellos por parte de nosotros, también le hemos concedido a
otras religiones el derecho de llevar libre y abierta observancia de su
adoración con el propósito de mantener la paz en nuestros tiempos, que
cada uno pueda tener libertad de culto según quiera. Esta regulación se ha
hecho para que no parezca que hemos querido actuar en detrimento de
ningún dignatario o de ninguna religión.
Sin embargo, en el caso de los cristianos, estimamos que es mejor
ordenar que si acaso alguien ha comprado de nuestro tesoro o de alguien
quienquiera que sea, esos lugares donde ellos acostumbraban a
congregarse previamente, sobre lo cual, un decreto ha sido hecho y una
carta les ha sido enviada oficialmente para que esa propiedad les sea
restaurada a los cristianos sin que tenga que mediar pago o recompensa
alguna y sin ninguna clase de fraude o engaño. Los que hayan recibido una
de esas propiedades como obsequio, deben retornarla inmediatamente a
los cristianos. Además, tanto aquellos que las han comprado como los que
las han recibido como regalo deben apelar al vicario y de esa forma buscar
un resarcimiento económico proveniente de nuestras arcas, para que
reciban por medio de nuestra clemencia. Todas estas propiedades deben
ser entregadas inmediatamente por medio de sus buenos oficios y sin
tardanza alguna. Y ya que es sabido que estos cristianos han poseido no
solamente los lugares donde se reunen, sino también otras propiedades,
como sus iglesias, las cuales le pertenecen no a individuos sino a las
cogregaciones, hemos incluido las tales en la ley antes citada. Ustedes
ordenarán que les sean restituidas a los cristianos sin ninguna duda ni
controversia. Comprendiendo por supuesto, que los arreglos anteriores
sean conducidos sin exigir pago alguno y quienes entreguen las
propiedades sean indemnizados con dinero de nuestras arcas. En todas
estas cosas deben dar su más eficaz intervención hacia la comunidad de
los cristianos para que nuestro mandato sea llevado a cabo tan pronto
como sea posible. Por tanto, por nuestra clemencia, el orden público debe
ser asegurado. Que esto sea hecho para que, como dijimos arriba, el favor
divino hacia nosotros, que bajo las más importantes circunstancias hemos
ya experimentado, sea por todo el tiempo preservado y prospere nuestro
éxito junto al bienestar del estado. Sin embargo, para que este decreto de
nuestra buena voluntad sea conocido por todos, esta copia, publicada por
decreto suyo, debe ser anunciada en todas partes y llevada al
conocimiento de todos, para que el decreto de nuestra benevolencia no
pueda ser escondido.